¿Por qué me gusta Hans Bellmer?
No sé si gustar es la palabra; turbar o emocionar es mejor.
En sus trabajos veo una profunda sensibilidad por el cuerpo femenino, hay de alguna forma rechazo y miedo hacia este cuerpo. Torso y piernas que se unen en combinaciones imposibles. Las fotos de La muñeca, su obra más conocida, me transporta. Veo la complejidad de la aceptación del propio cuerpo, la continua utilización y materialización del cuerpo femenino, la niñez como momento frágil en que nos acercamos al sexo y al deseo. Y veo al hombre mirando el cuerpo adolescente.
La muñeca de Hans Bellmer conecta con nuestro inconsciente, y me da miedo, me pregunto cuánto nos queda por aceptar.